Blog personal dedicado al análisis de la política nacional española y la local pitiusa y balear. Este es el blog de un militante de Unión Progreso y Democracia. Español, agnóstico, librepensador, demócrata.

lunes, 1 de marzo de 2010

Gonorrea institucional



“Sa nina” no manifestaba síntomas, tan pulcra, tan coqueta y perfectamente maquillada. Aunque todos podían intuir que algo pasaba. Pero olvidaban repentinamente en jurar ella amor eterno a cada pareja, eterno durante cuatro años claro, y luego a otra cosa. El caso de Unión Mallorquina es el más claro caso de cohabitación contra natura en aras de intereses políticos. ¿Gobernabilidad, servicio al ciudadano? Quia, Esta gonorrea institucional que es la corrupción profusa y generalizada que padecemos, se ha contraído y propagado en oscuros tugurios de la noche, mientras que a la ciudadanía –cual esposa engañada- se le ha dado la excusa del noble servicio público,  para poder ir a trincar impunemente y sin remordimientos, que ha sido siempre lo que interesaba.

Tan extendida está entre la clase política que no podemos averiguar a ciencia cierta quien fue el primer caso. Ignoramos si l’amo en Biel ya trajo consigo el mal, heredado de otros regímenes u otras latitudes, si fue “Sa Nina” quien nació con ella ya inoculada (gonorrea innata, diríase) o si el apuesto y apolineo “Jaume” la contrajo en alguno de sus escarceos en Madrid –aunque parece bien probado que sus lugartenientes la han contraido y después contagiado con profusión, tal sería el caso de Ordinas y todos sus adláteres y superláteres. Ahora incluso parece ser que algún pardillo del PSM y el Pacte se está rascando sus partes más de la cuenta y que están empezando a intuir que han pagando la cama más cara de lo calculado. Esto es consecuencia de la frenética y enfermiza coyunda (siempre políticamente hablado, por supuesto), que ha tenido lugar y todavía se produce en los innumerables 'meublés' que son las empresas públicas autonómicas.

Así pues, toda nuestra casta política parece estar infectada, y sus micciones purulentas nos están salpicando a todos. Para mayor desgracia nuestra, esta enfermedad venérea ha desarrollado una extraordinaria resistencia al antibiótico judicial (muy debilitado en su principio activo, todo hay que decirlo por la propia naturaleza endogámica de la justicia española). Y, porque se ha hecho la vista gorda en la prostitución de la política Balear, todos han resultado contagiados a lo largo de sucesivas legislaturas autonómicas. Hasta tal punto se extiende la enfermedad, que PP y Pacte quieren evitar a toda costa el anticipo de las elecciones, diríase que únicamente por pudor, pues sus úlceras sangrantes quedarán expuestas al público y se evidenciaría que todos han sido contagiados por esta gonorrea política que lo invade todo en Baleares.



El problema, queridos conciudadanos, es que ésta enfermedad es la primera en manifestar sus síntomas, pero después descubriremos que estos sujetos que nos gobiernan han contraído todas las demás: la sífilis, el herpes, la hepatitis, y por último el SIDA institucionales, que es lo que nos puede llegar a arrastrar a la tumba. No hay alternativa posible. Hay que tomar el bisturí y amputar toda la carne putrefacta que encontremos en el Govern Balear y en sus instituciones, antes de que sea demasiado tarde y el mal se extienda a toda la sociedad.


1 comentario:

  1. !Bisturi!... Si lo dices muy bien. Pero el tajo no se puede quedar solo en las costras purulentas. Cuando todos los miembros están afectados por tanta metástasis, lo que se impone es amputar. Las Autonomías son un cuerpo deshauciado y ya no valen paños calientes. Fueron el caldo de cultivo de todas las infecciones, como del paludismo lo eran las charcas. Secaron las charcas y se acabó la pandemia...¿Porque se acabaron los mosquitos Anopheles, los mosquitos transmisores?...No, por se acabaron los lugares y los espacios donde pululaban. Si, amigo Pepe, la autonomias no sirven ni para mantenerse ellas mismo, que ya es decir. Luego...¿Porqué tanto empeño en mantenerlas?. Solo los que trincan de ellas están por ello.

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