Blog personal dedicado al análisis de la política nacional española y la local pitiusa y balear. Este es el blog de un militante de Unión Progreso y Democracia. Español, agnóstico, librepensador, demócrata.

jueves, 7 de enero de 2010

¿Cómo se titula esta entrada de hoy? Léa y encuéntrele Vd el Título más adecuado.

Antes que nada quiero denunciar un caso que hace tiempo vi en televisión. Era un caso real y que sucede muy a menudo, incluso retransmitido por T.V. Para no sesgar la opinión del lector, mutaré un detalle en la narración de los hechos, para acto seguido, revelar cual ha sido dicho cambio. El lector avisado entenderá por qué.

Se trataba de un indignante espectáculo en el que una serie de personas (varios centenares, por lo general) pagaron una cara entrada para ver cómo un infeliz jugaba a la ruleta rusa; con una variante, en vez de un un sólo revólver, la única bala se halla escondida entre varias armas (en número que no pude precisar que oscilan entre dos y varias docenas). El riesgo de muerte sigue existiendo, pero las probabilidades descienden notablemente. El morbo estaba asegurado y los asistentes fruían de placer al observar el espectáculo ancestral del juego de la vida y la muerte. Un espectáculo bárbaro, que entronca con la tradición del gladio del tiempo de los romanos. Un poco dulcificado si se quiere, pero es el mismo en su más profunda naturaleza.

¿Acaso piensa que no existen espectáculos así hoy en día? ¿Acaso piensa el lector que hemos mejorado algo al respecto? Reflexione un momento, por favor, antes de seguir leyendo.

Ahora es cuando voy a revelar cual es el pequeño detalle que muté en el segundo párrafo, se trata del arma del suicida. En realidad no era una mesa con revólveres y una sola bala, era un ser vivo de la familia de los bóvidos, de nombre científico "bos taurus" animal mamífero rumiante, de unos 500 Kg de peso medio y dotado de notable cornamenta: un toro de lidia.


He querido presentar el asunto así para que se tope cualquier eventual lector, de bruces con el verdadero dilema ético existente -según lo veo yo- en relación al festejo taurino, la vida humana siempre en juego. Es éste el debate que pienso que debería estar teniendo lugar en realidad y es el debate que estoy echando en falta en todo el orbe intelectual y político nacional. Quiero dejar bien claro que no soy pro-animales ni pseudo-ecologista ni nada parecido. Para mi, el componente del supuesto maltrato animal al que se somete al toro es una cuestión secundaria, aunque no menor, frente al verdadero problema moral que supone la existencia, aún hoy, de un espectáculo se basa puramente en presenciar el reto o desafío suicida de un individuo, y ello tan solo para el placer de muchos otros que cobardemente, dan rienda suelta a sus más bajos instintos sádicos ante la contemplación de la muerte sublimada. ¿Acaso alguien piensa que el símil de la ruleta rusa y la cruda realidad son en algo diferentes? No lo son, y ambos casos son igual de hirientes y denigrantes al espíritu humano.

Y que nadie intente convencerme de que se trata de un arte o majaderías por el estilo. En lo que al tema respecta, el mero arte escénico y coreográfico de la tauromaquia no cambiaría en nada con un torero ataviado con casco integral con barbuquejo, corazas de fibra de carbono y sobre éstas un traje de luces tejido en Kevlar, banderillas magnéticas y estoque con anestésico en lugar de sable. ¿sería lo mismo, no?

Larga tradición ha tenido el toreo en ser vía de escape de la miseria de algunos pocos elegidos, a cambio de jugarse la vida cada tarde de lidia para placer de las castas dominantes. ¿Se puede caer más bajo? Si, se puede, en cuanto uno se percata de que en este bendito país, nadie (y quiero decir nadie) ha reflexionado acerca  de cual es la verdadera naturaleza infrahumana de ese espectáculo. Más bien al contrario, cualquier debate filosófico al respecto se restringe a los lodos dialécticos que pretenden homologar la conciencia moral humana con la de los animales, las tesis de animalizar al hombre o de humanizar al animal. Mal vamos si los que se autodenominan la vanguardia de la defensa de la vida no reparan en que se han dejado la naturaleza humana por el camino, de que denigran y envilecen el discurso cuando jalean y desean la muerte del torero, o cuando ignoran (involuntariamente, lo cual es aún más lastimoso) lo que se desvaloriza la vida humana en el espectáculo taurino y la miseria que hace que unos desdichados truequen su vida por algo de dinero o fama.

No existe el derecho animal y sostengo que no existe tal cosa por que en la naturaleza no existe el derecho, punto. Son únicamente el Hombre Moderno y las sociedades humanas más avanzadas y progresistas quienes intentan penosamente trascender la ley implacable de la naturaleza y superar la dicotomía de  "devorar o ser devorado". Deberían recordar estos animalistas, que el más acérrimo defensor de la ley natural en este sentido fue Hitler, quien hizo de la supervivencia del mas fuerte su idea orientadora. Y la historia nos cuenta cuales fueron las consecuencias de tal "natural" premisa.Otra variante no menos vil y manipuladora es el  aprovechamiento del debate en cuestión para rechazar y denigrar los demás símbolos nacionales, haciendo del debate taurino una mera cuestión de identidad.

No hemos mejorado nada desde los sacrificios humanos de los circos. Escribo esto en la esperanza que esta mi voz titubeante haga caer las costras que nublan los ojos de quienes de verdad deben guiar el destino intelectual de España. Dejo caer este murmullo tenue en el vacío océano del pensamiento liberal y humanista español, en la esperanza de alguien recoja este mensaje en una botella. La dignidad humana está agonizando en el debate de la tauromaquia.

P.d. Titule el lector a modo de comentario esta entrada de hoy, como más guste o estime conveniente.

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2 comentarios:

  1. Buf... Completamente de acuerdo, pero creo que es sólo una perpectiva sobre el asunto. Visto desde este punto de vista, por delante de las corridas de toros estarían los Sanfermines, donde no es un profesional el que se juega la vida, si no cientos de personas más o menos preparados, aderezado con la indecente estadística diaria ("carrera limpia", "sólo 3 heridos", y la fiesta continúa aunque haya muertos casi cada año).
    Pero también desde esta perspectiva se podrían analizar otros espectáculos-tradiciones: Fórmula1 y carreras de motos (la verdad: son un coñazo, a no ser que haya accidentes), escaladas al Everest o el K2, skydiving, David Meca nadando hasta Ibiza, rodeo americano, o incluso conducir un turismo por la N-340.
    Hay muchas maneras de jugarse la vida.

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  2. Locos suicidas los hay en todos los sitios. Mientras sea grátis no hay problema, el problema entra en cuanto se le pone precio a ese suicidio -fallido la mayoría de las veces-. Es entonces cuando ignoramos si la motivación es puramente personal o es la miseria la que empuja a las gentes a hacer eso.

    Habría mucho que decir, puesto que los deportes de alto riesgo tienen una componente de este estilo (fórmula uno, sin ir más lejos), pero el morbo frente al peligro no es en ningún modo tan evidente como en el toreo.

    De los sanfermines te diré que, mientras sea una actividad lúdica, voluntaria y controlada, por mí pueden hacer lo que les de la gana.
    Aunque siempre pienso que ocurrirá una desgracia grande en la que morirá gente inocente, debido al descontrol en el público que accede en avalancha a la carrera. Ahí sospecho que hay responsabilidad administrativa. Alguien debería supervisar primero el número de corredores, luego su estado etílico y por último, impedir de manera total el salto a las calles de tios incontrolados.

    Lo del alpinismo: más de lo mismo, zumbados hay en todos los sítios, pero creo yo que álguien debería poner un poco de cordura en eso también.

    David Meca, por el contrario, jamás ha nadado en solitario, siempre con una embarcación de apoyo, sin que ello desmerezca en nada sus hazañas.

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