No hay que menospreciar la capacidad intelectual y la experiencia del Sr. Joan. Probablemente él es el primer miembro de la coalición que vio antes que nadie que ExC nació coyunturalmente, que su éxito se debe más a una voluntad de voto de castigo al PP que a una verdadera extracción de izquierdas, nacionalista y/o ecologista en la sociedad Ibicenca. Existe, efectivamente, un hastío, una nausea, en la sociedad Pitiusa de estos dos grandes mastodontes políticos que se alternan en el gobierno, ni más ni menos que como en el resto de España (aunque particularmente es más acusada la reacción alérgica hoy hacia el Partido Popular). No en vano, en Ibiza también ha cuajado con inusitada fuerza una formación política emergente, con clara vocación de regeneración democrática, cual es UPyD.
Hay también una segunda lectura entre líneas, de naturaleza más personal, en los recientes escritos del Sr. Joan. Diríase que está girando su timón ideológico hacia posiciones más socialdemócratas o liberales, aunque es difícil de distinguir donde termina la sinceridad y comienza la impostura intelectual. Difícil en alguien que escribe, volcando tal cual, su soliloquio interior, ese murmullo continuo que todos tenemos dentro y que vacila cual llama de una vela abandonada en las tinieblas de la ignorancia humana.
Efectivamente, ExC (Eivissa pel Canvi) estaba condenado desde su mismo nacimiento a la extinción o a la UniMallorquinización, esto es, a ser moneda de cambio decisivo en los sucesivos gobiernos. Pero la segunda hipótesis (la UniMallorquinización) hubiera representado un deseo de emulación de los mandarines del PP que hasta ahora se han repartido groseramente la tarta del poder en las Pitiusas y eso no es lo encomendado por sus votantes. Coincidimos pues, ambos en el análisis de cual fue la verdadera naturaleza del voto de ExC. Y coincidimos tanto, que auguro que una parte no despreciable de esos votantes votarán UPyD en cuanto nuestro mensaje pueda llegar en igualdad de condiciones. Como ya bien saben en las Pitiuses IU, ENE, y tambien el Sr. Bernat Joan; la izquierda política, intelectual o emocional no existe en las Pitiusas, más allá de la escasa y menguante representación con la que cuentan actualmente. Repito, mucho del voto encomendado a ExC es de ciudadanos insatisfechos, que deseaban ver un cambio y regeneración real en las instituciones. Es, por lo tanto, un voto intrínsecamente transversal.
No obstante, la segunda parte de esta historia es la que de verdad muestra la verdadera naturaleza política de quien alienta el nacimiento de esta supuesta nueva fuerza poítica. Pues, el nacimiento de GxE (Gent per Eivissa) no es inocente ni espontáneo, tiene ya redactado unos estatutos en la sombra (pero paradójicamente publicados semana a semana en la prensa pitiusa). Sus mentores intelectuales están esperando la chispa que provoque el estallido del pacto de gobierno en Ibiza. Y quien mejor para haberlo concebido así que un alto cargo de la Generalitat de Catalunya, con experiencia suficiente en la Península para sacar conclusiones al respecto de cuan rentabilísimas ha sido las sinergias entre el nacionalismo independentista y la democracia cristiana o los liberales nacionalistas, tanto en en Cataluña y País Vasco. La crisis del Govern Balear como final de su agonía congénita, hubiera sido una buena oportunidad, y no en vano han coincidido cronológicamente las desavenencias en el seno del Govern y en el Consell d'Eivissa.
Sin haber sido así, todavía pende la espada de Damocles que es el dictamen de la comisión de la Unesco acerca del proyecto de ampliación del Puerto de Eivissa. Sea cual sea éste dictamen, la ruptura está asegurada. Será punto de inicio de una crisis de gobierno en el Ajuntament y en el Consell de Ibiza y el pistoletazo de salida para el nuevo partido. (Mi opinión al respecto del proyecto de ampliación del Puerto ha sido ya hecha pública en el Diario de Ibiza, y en este blog.)
Pero creo no equivocarme cuando (yo tambien tengo intuiciones) percibo que la sociedad ibicenca no se tragará el anzuelo, al menos, no del todo. En un mundo cada día más global e interdependiente, levantar la bandera localista y plantear como carta de identidad política la miope (y suicida a largo plazo) de limitarse exclusivamente a reivindicar y defender 'lo nuestro' contra el resto de las baleares, primero y contra el resto del estado español en segundo lugar, no puede producir más que aislamiento y soledad institucional, con consecuencias económicas y sociales nefastas a la larga. Por el camino habremos contribuido indirectamente a la insensata locura secesionista de ERC, CiU, PNV, etc etc que como todo el mundo sabe son grandes garantes del progreso, sobre todo en Ibiza. La reivindicación localista siempre es rentable en política a corto plazo, cualquier éxito o gestión fecunda es una medalla que se apunta el reyezuelo local. Todos los problemas, trabas e inconvenientes son impuestos por el "estado opresor" (y en el paquete van escondidos el despilfarro, el nepotismo, la mala gestión y la escasa inteligencia de los sanchopanzas locales).
Si los Ibicencos y Formenterenses queremos permanecer en el mapa nacional e internacional y no desaparecer sin que quede apenas recuerdo de nuestra existencia, debemos integrarnos sin complejos y con todas nuestras energías en el seno de una España Fuerte y en una Europa Unida. Únicamente amplificando nuestra voz a través de las Cortes Generales se nos podrá oír en el estado y en Europa. Únicamente de esta manera podremos superar esta insularidad geográfica que nos condiciona a todos los niveles de nuestra vida cotidiana. Pues las Baleares no tenemos otra manerra de vencer el aislamiento físico que reclamar todos unidos aquellas mejoras que sean justas y reivindicables por mor de nuestra insularidad. Tiempo habrá de discutir internamente -a cara de perro si hace falta- presupuestos y políticas autonómicas internas, pero es absolutamente suicida reclamar por separado todo aquello que, de forma unida obtendríamos en mayor cuantía.
¿¿"Yo también tengo intuiciones" dices?? jajaja... chico, no has dado ni una! ¡pero mejor así, está claro! Un abrazo,
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