Es posible que la Jornadas de UPyD en Llanes sobre la organización Territorial de España de junio de 2008 pasen a formar parte del material genético y mental de nuestro partido de una forma mucho más profunda de lo que a primera vista pudiera parecer. También es posible que los ecos de las reflexiones suscitadas en ese encuentro perduren más allá de la propia vida del partido.
Por que ¿qué fue en esencia lo que allá se hizo? En cierta manera se revisaron los éxitos y fracasos de la política española de la transición. Un ejercicio de reflexión el cual, que a mi me conste, no se ha hecho en semejante profundidad en el seno de ningún otro partido político. En cierta manera, nosotros si que hemos pasado página y no nos sentimos satisfechos con el estado actual de las cosas.
Bien cierto es que la Transición española fué admirable, si la comparamos con la catástrofe que podría haber llegado a ser, pero debemos comparar la medida nuestro modelo de sociedad mirando hacia el máximo de nuestro potencial no hacia el caos y la miseria. Siempré será la transición mejor que la Gerra Civil, es cierto, pero ¿De verdad no se podría haber hecho mejor? ¿Qué hemos ido dejando por el camino?¿Acaso no hemos derrochado esfuerzos y talentos?
El resultado de tal análisis fue unánime entre los asistentes: se han malgastado muchos recursos humanos y económicos en sostener un modelo territorial (y por lo tanto social) inestable y sujeto a enormes tensiones. Otra cosa bien distinta es ponerse de acuerdo en cual es la mejor solución. Muchas de las cosas que perduran inmutables y que se reputan como grandes aciertos y diseños meditados de los padres de la constitución de 1978 son más bien invenciones coyunturales, y me refiero principalmente al régimen electoral y a la representación parlamentaria y territorial que se configuró inicialmente.
Como todo proceso orgánico, la evolución natural de las cosas pasa por transmutar lentamente las estructuras existentes, incorporándolas y modificando su función tamaño y forma. Es un proceso lento. Cualquier cambio brusco en este aspecto se parecerá más a una amputación que a una metamorfosis. Y yo pienso que la organización autonómica si responde y obedece a un hecho social, reflejaba (en su intención inicial) el sentir y parecer de los ciudadanos españoles: más autonomía en lo local, menos rigidez, más libertad.
No obstante, esa criatura política fue pronto presa de una infección mortal, el separatismo nacionalista, al que se dejó medrar en demasía, al ser minusvalorado cuando no ignorado inicialmente. Las fuerzas políticas de aquel entonces se creían a salvo de tal enfermedad, pues no imaginaron el efecto erosionador que su mensaje podría producir en la sociedad.
Blog personal dedicado al análisis de la política nacional española y la local pitiusa y balear. Este es el blog de un militante de Unión Progreso y Democracia. Español, agnóstico, librepensador, demócrata.
domingo, 22 de marzo de 2009
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