Blog personal dedicado al análisis de la política nacional española y la local pitiusa y balear. Este es el blog de un militante de Unión Progreso y Democracia. Español, agnóstico, librepensador, demócrata.

lunes, 6 de abril de 2009

Acerca de la última reunión del consejo político


Ya ha pasado más de una semana desde el sábado 28 de Marzo en que se celebró la reunión del consejo político en donde se debatieron y votaron las enmiendas al borrador del Reglamento para Primera la Asamblea General de UPyD. He tenido muy poco tiempo para volcar en unas pocas lineas todas las reflexiones que me traigo de regreso.

En mi condición de militante bisoño y novato, también de ciudadano harto del mamoneo y poca transparencia de los hegemónicos partidos políticos españoles, me leí en el muy escaso tiempo disponible casi todas las enmiendas al programa y fuí prevotando, por escrito, sobre el borrador, con la intención de asistir a la asamblea en las mejores condiciones posibles y no votar a ciegas.
De este modo, habilité en mi fuero interno y sin más bagaje que mi corta experiencia y mis criterios personales, cuales eran las enmiendas, cual era el modelo de partido mejor, el que más se adaptaba a mis anhelos. Eso si, sin demasiado tiempo para reflexionar.

Todas las reuniones del consejo resultan demasiado veloces como para atenerse a deliberaciones. Debe ser así o, de lo contrario, la cosa se haría eterna. De todas las posibles objeciones que escuché ese dia, ninguna fue hecha acerca de este particular, así que debo entender que lo de la premura y necesidad de diligencia es algo asumido y aceptado por todos. No obstante, estos procesos de voto tienen su componente deliberativa y, en determinadas ocasiones, razonamientos fundados obligan a cambiar sobre la marcha las ideas preconcebidas. Tal fue el caso de la última reunión.

Tengo que decir, antes que nada, que yo voté a favor de algunas enmiendas que fueron rechazadas por la mayoría. Escribo esto para dar testimonio de que así fue, se votó en libertad y se adoptaron decisiones por mayoría. Si alguien se atreve ahora a poner en duda la democracia interna de UPyD, aquí estoy yo para dar testimonio. Si alguien se atreve a impugnar siquiera moralmente lo acordado entre todos, entonces está faltando al respeto y menospreciando el libre albedrio y capacidad de juicio de todos los que allí asistimos libremente. No estoy al tanto de la prensa ni de los mentideros políticos, así que estas conclusiones las expongo a quien le interese, sin ánimo de contestar o replicar a nadie.

Cierto es que el modelo organico que resulta del reglamento aprobado no me gusta del todo. Pero no menos cierto es que si había argumentos capaces de hacer vacilar mi oposición, estos fueron los de Nacho Prendes y Carlos Martínez Gorriarán (tambien los de Rosa Díez, por supuesto) que supieron argumentar razonadamnete a favor de su ponencia, de un modo tal que me obligaron profundizar y madurar mis votos preasignados.

Después de la votación y tras este tiempo de reflexión, el único motivo que puedo argüir para justificar algunos de mis votos es meramente estético, pienso que, tal y como se reglamentó, el aparato de UPyD se parecerá demasiado al de un partido al uso; pero este pensar es únicamente esto, un criterio estético que no tiene por que tener más implicaciones a posteriori (tampoco a priori). Tambien la democracia de muchos paises se parecen y no por ello dejará de haberlas mejores o peores (y perdon por hacer uso a sabiendas de la gorriaranesca falacia Partido-Estado para explicar esto). Así, en puridad, del controvertido artículo 31 del reglamento no tengo ninguna otra objeción lógica, objetiva o funcional más que lo meramente estético a priori.

En cuanto a la composición del consejo político, he de reconocer que el principal inconveniente que le veía era, precisamente, la dificultad que tendremos algunos que ahora somos miembros en renovar nuestra participación, merced al poco peso en afiliación de nuestras comisiones territoriales. Pero, ahora, este es un criterio egoista. No puedo argumentar objetivamente, por más que quiera, nada más en contra de este sistema de incorporación en favor de cualquier otro. Nada puedo decir en favor de cuotas territoriales y federativas, pues de los peligros y contradicciones que entraña esto precisamente me convenciero Gorriarán y Prendes en su reivindicación del reglamento.

Así que, por lealtad a este proyecto político, asumo no ya el reto sino la obligación de postularme como candidato al consejo para hacer que el nivel de las candidaturas esté a la altura de lo que este partido, sus afiliados y, sobre todo, sus votantes se merecen. Sería demasiado facil tirar la toalla justificándose en las circunstancias, y abandonar esto, que suficientes quebraderos de cabeza y gastos me ha traido ya. Tampoco soy tan engreido como para pensar que no hay ciento diez candidatos mejores que yo para asumir su función dentro del consejo. Los hay y de sobra, precisamente por que quiero saber y testimoniar que están ahí, voy dar lo máximo que me sea posible.

No me queda más que agradecer la companía cordial durante la cena y la sobremesa de esa noche de sábado. Compensó con creces el árido y escualido canapé de la mañana. Ahora, el futuro es un libro abierto y en blanco. Vayamos escribiendo reglón tras otro en la mejor prosa que el igenio nos regale.

2 comentarios:

  1. Pepe, es un lujo tenerte como compañero y como representante en el Consejo Político. Estáis haciendo todos un trabajo inmenso, pagándoos viajes y estancia de vuestro bolsillo, trabajándoos los temas a uña de caballo y encima nos informáis y nos lo argumentáis en vuestros blogs. Me alegra que te postules, tienes mi voto!!

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  2. Pues yo tambien opino como Jose Manuel, es un lujo contar contigo. Mi voto y apoyo son para ti.

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