No hace poco, comentaba acerca de la grave responsabilidad por omisión para con los jóvenes delincuentes. Permítame el lector de este blog (escaso en número más intenso en calidad) dos veleidades autobiográficas:
1.- Siendo yo postpúber, tuve la ocasión de ejercer profesionalmente como profesor de horticultra en la prisión de Ibiza. Compaginé el servicio militar con la enseñanza a presidiarios.
2.- Tengo el honor de contar entre mis amistades con un juez de carrera y oficio: la carrera la inició al ser el decano más joven de España (todavía hoy ostenta ese record). El oficio lo asumió (y así se lo corroboré) al hacer (por ejemplo) levantamientos de cadáveres de apenas chavales por sobredosis tras noches de juerga noctámbula. Eso no se aprende, se ha de vivir....
Decía en mi anterior post, que la sociedad española ha contraido una grave deuda, merced a su pésima gestión, con la juventud española descarriada.
Si frente a sentencias como la de la madre sordomuda, el ciudadano tiene la sensación de atraco y robo del sentido común; por fortuna todavía quedan jueces, como Emilio Calatayud, con el OFICIO suficiente para producir sentencias como la última de la que hemos tenido noticia, la cual, aparte de ser toda una joya judicial, representa un hito en la historia narrada de españa.
Este SEÑOR JUEZ, (así, en mayúsculas) asume y denuncia el fracaso general de la sociedad, empezando por la família y acabando por el sistema educativo, policial y penitenciario. Se atreve (cómo osa) a notificar, denunciándolo, a la Junta de Andalucía, que todavía existen bolsas de analfabetismo en Andalucía (Ministro Chaves, ¿acaso es esto posible en su virreinato?) Insidias, Injurias de la Derechona.
Esta notificación judicial es suficiente como para hundir en la miseria humana y política a todos los Chávez-Zapatero de España. En el futuro se recordarán sus autos como la denuncia más sangrante y mordaz de la felonía política de nuestro actual estado. Nuestro nietos preguntarán:
¿Y no os disteis cuenta de que estaban estafandoos y prostityendo la democracia delante de vuestras narices?
¿Cómo es posible que mi abuelo (o séa yo, tu, usted, etc) fuera tan imbécil como para no ver el robo y la estafa social que se estaba cometiendo frente a sus narices?
Gracias a dios (o al Ser Supremo) Calatayud está en su sitio para esclarecer responsabilidades.
Regreso a mis memorias: en mis tiempos de docente penitenciario tuve como alumnos a todo tipo de gente: Chitanos de Sa Penya, parricidas múltiples, yonkis, atracadores, etc. Yo dí lo mejor de mí para esa gente. Os lo juro. El resultado: Dos suicidios por sobredosis, una pena mayor en el Penal de Santamaría, Camorristas (camorristi) prejubilados y asesinos redentos.
De entre todo, lo que más me duele como Español y miembro de nuestra sociead, son los suicidios de chavales en la flor de su juventud, por sobredosis. Todavía puedo verles, cási como si fuera ayer, jóvenes hechos y derechos cuyo único discurso era: soy un yonki, soy un delincuente....
La miseria moral de la Transición Española no es achacable más que al franquismo. Aquello que fue visto como símbolo de la liberación (la movida) no era si no el subproducto del arrabal Caudillista. Almodóvar: eres un icono del franquismo, y tú sin saberlo.
Esas bolsas de analfabetismo, de lumpen, fueron engendradas por la sociedad franquista del "milagro" económico español de los 60. El desarraigo trajo consigo la marginación, hermana y madre del lumpen. Y, en este punto, apuesto a que cualquiera de mis coetáneos sentirán como cercano este relato: la heroina, el caos, los yonkis. Esa era la España post-franquista de la movida.
(Continuará...)
Blog personal dedicado al análisis de la política nacional española y la local pitiusa y balear. Este es el blog de un militante de Unión Progreso y Democracia. Español, agnóstico, librepensador, demócrata.
viernes, 24 de abril de 2009
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Veamos, el fenómeno generacional que llevo a las drogas no viene precisamente de una herencia franquista sino más bien de una importación mal entendida de los modernismos europeos. Yo pertenezco y viví esa generación, esos momentos donde el yonki no era sino un niño de papá que buscaba ser "más moderno".
ResponderEliminarSe quiso correr demasiado, se quisieron abrir demasiadas puertas que nunca habían estado cerradas realmente y las consecuencias las que todos sabemos.
Si quisiéramos achacar al franquismo esa transición, esa pérdida de moral en la transición, deberiamos ahora achacar a la democracia la pérdida de valores y de dignidades humanas. Unos por otros siempre debe haber generaciones víctimas del progreso mal aplicado, generaciones de consumismo escondido.
Desde mi experiencia, esto es parcialmente cierto (y mira que soy de Ibiza, no se si has visto la pelicula More...)
ResponderEliminarPero tampoco se puede negar que sin bolsas de marginación y analfabetismo, el "Yonki Español" hubiera sido otra cosa. Hablo, en todo caso de una miseria moral, hija de la miseria de la postguerra.
El silogismo del segundo párrafo tal vez no esté desencaminado del todo. Unos tiempos son hijos de los otros. Pero es mi impresión (y solo es eso, una impresión) que en España hemos alcanzado cotas máximas en ambos casos (miseria y deshumanización). No en vano seguimos siendo el País de Europa con mayor consumo de drogas y alcohol entre nuestros adolescentes y jóvenes...
Sí, y de analfabetismo europeo, y de mil cosas que tenemos por precisamente creernos demasiado confirmados en un modernismo tan falso como vacío.
ResponderEliminarLa pérdida del respeto, la pérdida de valores y sobre todo la falta de dignidad dentro de una política de buenismo y de tolerancia mal aplicada. Esas son las culpables.
Ni lo uno ni lo otro, ni el GC de bigote y capa ni el GC que sale corriendo del delincuente.